Aludíamos en la biografía de don Giacomo Tantardini que era el “director de hecho” de 30Días. Y efectivamente inspiraba casi todos los artículos de la revista, especialmente los de carácter eclesial, indicando a menudo el esquema base sobre el que plantear una entrevista o un artículo. Y también supervisaba la realización final de la revista.
Corregía de hecho el contenido de los textos, incluidas las comas, ayudando a los correctores, que por lo general se limitaban a revisar la forma. Corregía también titulares y sumarios, fotos, pies de foto y la compaginación de 30Días.
En este anexo hemos querido presentar, como ejemplo, algunas correcciones suyas encontradas por casualidad en una vieja carpeta: viejas galeradas, pocas páginas en total, salvadas de la papelera, destino natural de este material (por desgracia son solo en italiano).
En la primera página publicamos una carta enviada a un cardenal con el fin de realizar una entrevista. Son preguntas planteadas al purpurado por escrito. Es un ejemplo de una intervención anterior a la redacción del artículo (hemos elegido esta página por la corrección que hace: “la Iglesia es Suya y no nuestra”, que condensa la mirada de don Giacomo hacia la santa Iglesia de Dios).
En la segunda y tercera página del anexo pueden verse algunas correcciones relativas a los textos de dos artículos: en la tercera página resalta una intervención suya sobre las notas del artículo …
La última hoja presenta la corrección de algunas de las cartas enviadas desde todo el mundo a 30Días. A veces había que “cortar” alguna palabra, para poder publicar otras cartas. Reproducimos esta intervención porque demuestra la gran importancia que don Giacomo atribuía a estas cartas, para las que quiso que la revista les dedicara cada vez más espacio.
La última corrección de 30Giorni, la del cierre del número 5 de 2012, la hizo el 19 de abril. Tenía ya dificultades para hablar, la enfermedad estaba en una fase avanzada, pero se hacía entender perfectamente, y logró llevar a cabo el último cierre. Moriría pocas horas después: el Señor le había dado la oportunidad de cerrar también el número que anunciaría a los lectores su muerte (1).
(1) En dicho número se añadieron luego los debidos homenajes firmados por algunos de sus amigos: el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio y el fiscal Pietro Calogero, el primero en determinar vínculos entre terrorismo y servicios secretos, revelando la existencia de lo que luego se llamaría “estrategia de la tensión”.
Además de dichos recuerdos, se publicó también la homilía que el cardenal Angelo Sodano, entonces decano del Colegio cardenalicio, pronunció en el funeral de don Giacomo. Pero esto es historia póstuma.